Rajoy, previo acuerdo con PSOE y Ciudadanos, ha optado por la mejor versión del artículo 155. Es un grado de aplicación que no concreta nada y lo permite todo.
No se disuelve el parlamento, elegido por los ciudadanos, pero se cesa al gobierno, responsable de la constante y desleal vulneración de la legalidad vigente. Se cesa a los consejeros y no se concreta ninguna medida más, pero lógicamente controlando la cabeza los tentáculos acaban obedeciendo o asumiendo las consecuencias de no hacerlo.
Sobre la marcha, y siempre con el consenso de los otros dos partidos nacionales (Podemos no lo es, es más bien anti nacional), se podrá ir graduando y adoptando decisiones concretas: ceses en Mossos, medios de comunicación públicos, supresión de subvenciones y ayudas a las entidades secesionistas…
Y fantástica ocasión para abrir cajones, levantar alfombras y descubrir el inmenso entramado regado con dinero público que ha alimentado la deslealtad durante años. Que se sepa. Queremos saberlo todo.
Blog de Carmen Álvarez Vela 