«No es la casa lo que nos molesta (bueno, el baño con forma de coco nos disturba un poco). Es el engaño, la demagogia populista, el discurso de odio, la desfachatez de exigir lo que ellos no dan: respeto».
Queridos votantes y simpatizantes de Podemos, viendo vuestro enfado por las críticas suscitadas por la compra de una propiedad de alto_standing por parte del proyecto familiar Montero_Iglesias, os quiero tranquilizar.
Nosotros, los demócratas liberales (por vosotros bautizados como los capitalistas opresores), apoyamos sin resquicio alguno el derecho de cualquier persona a gestionar su dinero, sus bienes y su patrimonio. De hecho, pensamos que la “gente”, toda la gente, tiene derecho a progresar y a disfrutar de los frutos de su trabajo sin que nadie pueda atacarle por ello, expropiárselos o acosarles en modo alguno. Creemos en la propiedad privada, en el derecho a la intimidad y en el derecho a criar a los hijos en un entorno seguro y feliz.
Por lo tanto, deseamos lo mejor a Pabla e Irena por la compra de una vivienda digna y les felicitamos por su proyecto familiar. Lo que para nosotros, “la casta casposa” viene siendo la familia de toda la vida, vaya.
Dicho esto, creo que la sociedad (eso os incluye a vosotros y vosotras) debe pedir un mínimo de coherencia y, como no, reciprocidad a los líderes de Podemos.
Exigimos que pidan disculpas públicas a De Guindos, por decir que no era apto para ser ministro por adquirir una vivienda de 600.000€.
Exigimos que pidan disculpas a los políticos a los que suministraron “jarabe democrático” (nosotros lo llamamos acoso e intimidación), rodeando sus casas y a sus hijos.
Exigimos que pidan disculpas a los de “arriba” por insultarlos y llamarlos privilegiados, sobre todo ahora que ellos han subido ese escalón, dejando “abajo” a muchos ingenuos que tragaron extasiados su discurso de igualdad.
No es la casa lo que nos molesta (bueno, el baño con forma de coco nos disturba un poco). Es el engaño, la demagogia populista, el discurso de odio, la desfachatez de exigir lo que ellos no dan: respeto.
¡Ah! Y si son tan amables de indicarnos cómo pasar de vivir en una vivienda en Vallecas a una vivienda de lujo en la sierra y cómo conseguir un crédito bancario con tan buenas condiciones, mejor que mejor.
A todos nos apetece progresar.