La ola de regeneración selectiva que nos invade promete dejar el centro derecha como la patena. Historiales académicos transparentes, vidas privadas sin mancha y álbumes de fotos ejemplares en los que sólo luzcan instantáneas con el párroco del lugar. Entre la limpieza curricular y la posible matanza que auguran las primarias, en el Partido Popular sólo va a quedar alguna monja de clausura, que alguna habrá afiliada.
Esto es sin duda una grandísima noticia para España. Tras el orgasmo democrático de Cerolo y la vergüenza democrática que pasó la candidata Sáenz de Santamaría ante el espectáculo del golpe de estado en directo, ahora vamos hasta el infinito y más allá. Buscamos la limpieza democrática. Y avanzamos. Mucho. Después de Cifuentes, se examina con lupa al candidato Casado y algunos esperamos con ansia un informe sobre la oposición de Rajoy a registrador de la propiedad no fuera a ser que hubiera hecho trampa. Que son capaces de todo estos populares.